martes, 30 de diciembre de 2008

Fin del comic catárquico

Las pasiones que nos motivan deben ser solamente aquellas que respetamos y admiramos. Sentir remordimientos por las motivaciones propias es algo vulgar.

Demasiadas veces, aparentemente, he sucumbido ante mis impulsos mucho menos que admirables, generados por esta repulsiva máquina que llevo dentro.

Tantas cosas que no requiero, deseos, necesidades y demás... extenuante.

Para cuando vuelva a escribir en este libro espero ser tan frío como la luz de la luna que alumbra esta página.