martes, 30 de diciembre de 2008

Fin del comic catárquico

Las pasiones que nos motivan deben ser solamente aquellas que respetamos y admiramos. Sentir remordimientos por las motivaciones propias es algo vulgar.

Demasiadas veces, aparentemente, he sucumbido ante mis impulsos mucho menos que admirables, generados por esta repulsiva máquina que llevo dentro.

Tantas cosas que no requiero, deseos, necesidades y demás... extenuante.

Para cuando vuelva a escribir en este libro espero ser tan frío como la luz de la luna que alumbra esta página.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Divagaciones del Vacío adentro

Siempre hay calma después de la tormenta. El día transcurre como si nada hubiese pasado. Sin embargo, yo recuerdo todo. No me malinterpretes, no estaba herido. Sólo provocaba mi piel con viejos vicios; esperando sentir más. Algo más, aparte de esto. Mi vida no es del todo dolorosa, supongo. Solo está quieta, gritando silenciosamente por un camino. Tal vez no un camino de escapatoria, pero aún así un camino… para apaciguar.

Solía apaciguar todo con venenos y demás. Lo que sea que me lleve lejos de la realidad. Ahora, estoy atrapado en el aquí y ahora. Sin salida. He pensado en volver atrás. Tomar medicamentos, usar esa muletilla. Todo para conseguir el único medicamento que quiero. Algo que me ayude a calmar. Podría usarlo en todo el potencial que tiene que ofrecer. Cosas que me permitan soñar, liberar el yo que está escondido. Quiero escribir todo. Para nunca olvidarme. Volveré algún día al final de todo y nos contaré a los dos como llegué a ser. Historias de la verdad de cómo vi todo. Lugares en los que estoy seguro que la mayoría no ha estado. Un lugar en particular… que extraño de forma peculiar. Aunque estaba delimitado y reglamentado, me sentía uno. Sabía, de alguna manera, quien era. Aunque estuve y estoy a millas de distancia. Debo ser paciente ahora, volveré a ese tema algún otro día.

Siempre hay calma después de la tormenta. El día transcurre como si nada hubiese pasado. Sin embargo, yo recuerdo todo. No me malinterpretes, no estaba herido. Sólo provocaba mi piel con viejos vicios; esperando sentir más. Algo más, aparte de esto. Mi vida no es del todo dolorosa, supongo. Solo está quieta, gritando silenciosamente por un camino. Tal vez no un camino de escapatoria, pero aún así un camino… para apaciguar.

Solía apaciguar todo con venenos y demás. Lo que sea que me lleve lejos de la realidad. Ahora, estoy atrapado en el aquí y ahora. Sin salida. He pensado en volver atrás. Tomar medicamentos, usar esa muletilla. Todo para conseguir el único medicamento que quiero. Algo que me ayude a calmar. Podría usarlo en todo el potencial que tiene que ofrecer. Cosas que me permitan soñar, liberar el yo que está escondido. Quiero escribir todo. Para nunca olvidarme. Volveré algún día al final de todo y nos contaré a los dos como llegué a ser. Historias de la verdad de cómo vi todo. Lugares en los que estoy seguro que la mayoría no ha estado. Un lugar en particular… que extraño de forma peculiar. Aunque estaba delimitado y reglamentado, me sentía uno. Sabía, de alguna manera, quien era. Aunque estuve y estoy a millas de distancia. Debo ser paciente ahora, volveré a ese tema algún otro día.

lunes, 25 de agosto de 2008

últimas palabras

Nuestros sueños estallan entre la vida y la muerte. Abrazame y dime que arderemos como estrellas. Mira las luces de la ciudad bailar para nosotros.
El escorpión sabe cuando ha perdido. Se deja de rodeos y con todo el honor que implica decide que sólo él es digno de autodestruirse.

Ahogandome en las penas

Fuck it

sábado, 16 de agosto de 2008

Anorexia

Comer es solo para los que queiren vivir

viernes, 15 de agosto de 2008

Catársis

Por qué la autodestrucción? Porque es lo que sé hacer